Cuando hablamos de restauración, son muchas las personas a las que, irremediablemente, se les viene a la mente algo más cercano a la reparación de muebles que tienen la pintura descolgada u otras imperfecciones. Pero restaurar va más allá de todo eso y, en muchas ocasiones, se acerca muy mucho a la reconversión de piezas en otros elementos únicos y exclusivos.
Imaginaros que de una roca nadie viera más allá; de ser así ¡el David de Miguel Ángel no existiría! Para muestra un botón: estoy segura de que todos vosotros tenéis en casa algún mueble o elemento decorativo al cual no le habéis sacado todo su partido. Me explico. ¿Por qué tener en el baño un mueble-estantería color pino y más bien soso pudiendo convertirlo en una exclusiva pieza vintage en azul decapé para el recibidor? No sólo dejaremos de ver en el baño una práctica pero poco agraciada estantería del montón sino que ganaremos una exclusiva pieza que aportará una sensación mucho más cálida, personal y acogedora a la entrada de nuestra casa.
Con telas también podemos hacer maravillas sin necesidad de tantas divagaciones. Con un tejido de calidad y adaptado a nuestros gustos y necesidades podemos lograr reconvertir cualquier mueble al que deseemos hacer un lavado de cara. Con un poquito de gusto y maña, conseguiremos resultados increíbles.
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