martes, 17 de mayo de 2011

Cuando los muebles hablan

Existe una gran cantidad de muebles que hablan, como por ejemplo todos aquellos mubles que, a simple vista, revelan la cantidad de horas y esfuerzos que su propietario ha invertido en montarlos y, sobre todo, en leer unas complicadísimas y prácticamente ilegibles instrucciones. Pero este no es el caso.

Si bien la semana pasada hablábamos sobre todo nuestros muebles hablan sobre cada uno de nosotros (cómo somos, qué nos gusta, nuestros hábitos...), hoy nos centraremos en las antigüedades y en todos esos secretos o historias que todas ellas encierran. ¿Nunca habéis tenido la sensación de que al entrar a un anticuario vuestra imaginación empiza a fluir a raudales? ¡Es maravilloso!

¿Quién se habrá sentado en aquella mecedora? ¿Para qué habrán utilizado ese mueble? ¿A qué tipo de ropa (y sobre todo, de quién) habrá dado cobijo ese robusto armario? Es increíble la cantidad de historias que cada una de las pizas lleva detrás...

1 comentario:

  1. Lo mejor de todo es cuando compras un mueble antiguo y dentro de él encuentras algún objeto personal que antaño perteneció a alguien. Cartas en un buró, alguna prenda bordada en un armario, fotos en una cajonera... me parece fascinante

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